Te embarcas en el increíble, a menudo difícil y siempre gratificante viaje de la adopción o la acogida. Enhorabuena. Pero seamos sinceros: es una montaña rusa. Habrá subidas impresionantes, bajadas aterradoras y giros inesperados. Esta no es una guía edulcorada; es una conversación realista y compasiva de un padre en el viaje a otro.
El Antes: Establecer expectativas
Antes incluso de que un niño entre en su casa, prepárense. Lean todo lo que puedan. Hablen con otros padres adoptivos y de acogida: busquen un grupo de apoyo, en línea o en persona. Cuanto mejor conozcan los posibles retos, mejor preparados estarán para afrontarlos. No lo idealices; no se trata de arreglar mágicamente a un niño roto. Se trata de proporcionar un entorno seguro, afectuoso y coherente en el que pueda producirse la curación.
Comprender que el trauma es real. Los niños que entran en el sistema suelen llevar una carga emocional importante. Pueden mostrar comportamientos desafiantes (ira, agresividad, retraimiento) que no son ataques personales contra usted. Estos comportamientos son a menudo manifestaciones de traumas pasados, y necesitan la comprensión del paciente y el apoyo profesional.
La llegada: los días y semanas iniciales
Los primeros días, semanas e incluso meses pueden ser intensamente emotivos. Para el niño es una transición enorme. Para usted, es una mezcla de alegría, ansiedad e incluso un poco de síndrome del impostor. Tenga paciencia, esté presente y deje que el niño marque el ritmo. No busques un vínculo instantáneo. Es un proceso que se desarrolla de forma diferente en cada niño y en cada familia.
Crea un espacio seguro. Puede ser un rincón especial en su habitación, una silla cómoda o simplemente un rato de tranquilidad juntos. Establece rutinas: horarios de comida predecibles, cuentos antes de acostarse, disciplina constante. La rutina proporciona una sensación de seguridad y normalidad en un mundo caótico.
Los retos: Abordar los comportamientos difíciles
Hablemos de las cosas difíciles. Los problemas de comportamiento son inevitables. Las rabietas, el desafío, la agresividad... son respuestas comunes al trauma. No te lo tomes como algo personal. Busca ayuda profesional inmediatamente. Un terapeuta especializado en traumas de apego puede proporcionar un apoyo y una orientación inestimables. Considera la posibilidad de unirte a un grupo de apoyo para padres adoptivos y de acogida; compartir experiencias puede ser increíblemente validador y útil. Convertirse en familia: Una guía sincera sobre la adopción y el acogimiento familiar
Recuerda que el autocuidado es crucial. No puedes servir de una taza vacía. Encuentra tiempo para ti, aunque sólo sean 15 minutos al día. Da un paseo, lee un libro, medita... cualquier cosa que te ayude a recargarte y desestresarte. Pide ayuda a familiares y amigos; no tengas miedo de pedir ayuda.
Crear lazos: Pequeños actos, gran impacto
Crear lazos afectivos no es un gran gesto, sino un conjunto de pequeños actos constantes de amor y cariño. Pasen tiempo juntos, leyendo, jugando o simplemente abrazándose. Céntrese en los intereses y pasiones individuales del niño. Encuentre actividades que puedan hacer juntos y que fomenten la confianza y la conexión.
Presta atención a su lenguaje del amor. Algunos niños responden al afecto físico, otros a actos de servicio, palabras de afirmación o tiempo de calidad. Aprende qué hace que tu hijo se sienta querido y seguro, y adapta tus interacciones en consecuencia.
Celebre los logros, por pequeños que sean. Dominar una nueva habilidad, hacer los deberes, superar un miedo... son hitos que merece la pena celebrar. Reconoce y elogia sus esfuerzos para reforzar su autoestima y confianza.
El juego largo: Paciencia y perseverancia
La adopción y la acogida son un maratón, no un sprint. Habrá contratiempos, momentos de duda y días en los que te sientas abrumado. No te desanimes. Recuerda por qué empezaste este viaje. Concéntrate en los progresos, por pequeños que sean, y celebra las victorias que se produzcan en el camino.
Mantente en contacto con tu red de apoyo. Habla con tu pareja, tus amigos, tu familia, tu terapeuta o tu grupo de apoyo. Compartir tus dificultades y celebrar tus éxitos te ayudará a superar los retos y a apreciar las alegrías.
Sobre todo, recuerde que no está solo. Muchos padres están recorriendo este camino junto a ti. Busca ayuda cuando la necesites, celebra las victorias y nunca subestimes el poder del amor y la perseverancia. La montaña rusa merece la pena.
Recursos:
No se trata de una lista exhaustiva, sino de un punto de partida. Busque recursos específicos para su ubicación y situación.
- Su agencia local de servicios de protección de menores
- Agencias de adopción
- Organizaciones de acogida
- Terapeutas especializados en el trauma del apego
- Grupos de apoyo para padres adoptivos y de acogida

